martes, 27 de noviembre de 2012

Cuando estoy sola en casa...


¿Nunca os ha pasado que cuando os quedáis solos en casa, se empiezan a escuchar pasos y golpes?
A mí sí, justo ahora, tengo miedo.

Miedo, miedo, miedo... eh no, la verdad es que no. Antes sí, subía hasta las plantas superiores y cuando no descubría que no había nadie me sentía de pronto muy insegura, como si algo o alguien estuviese pegado a mi espalda a punto de saltar sobre mí. Pero no corría hacia mi habitación o hacia la sala del ordenador como hacen otros, ahora que lo pienso creo que nunca he corrido por miedo (tan poco es que me guste correr). Yo me quedaba quieta, no sé si porque mi subconsciente se reía ante la posibilidad de que echara a correr por el pasillo o porque... no sé.
¿A qué venía esto? ¡Ah, sí! Decía que estaba escuchando golpes en el piso superior. Ahora han cesado.
Ya no siento temor ante esos inexplicables ruidos, más bien es indiferencia. Estamos llegando a intimar. Ya sabéis que las cosas a solas... en fin, como que nos interesan más.

Si os estáis preguntando a qué viene todo esto, mis queridos diarios, es porque me he propuesto escribir y rodar un cortometraje de terror. En mi cabeza brotaron hace unos días unas secuencias que no se van ni a la de tres y no consigo añadir ninguna más que perdure de esa manera.
Hay tantos huecos por rellenar... podría escribir decenas de historias distintas con solo esas secuencias. Mal asunto. Cuantas más opciones, más quebraderos de cabeza y menos noches tranquilas.

Ojalá retornasen los golpes, al menos tendría una mejor distracción.
Ya que vuelve el tema, retomemos, pues ya creo recordar mi intención.
¿Nunca os habéis preguntado a qué vienen esos golpes?
Una cañería, un objeto mal colocado, un fantasma...
¿Sabéis? Lo bueno de escribir todo esto (que poco sentido tiene) es que mis células grises se están calentando y eso es bueno. Como ya he dicho, hay cierto cortometraje de terror por ahí y tal vez consiga añadir alguna secuencia más o por lo menos una idea más.
Desde que estoy con este proyecto me he estado preguntando qué cosas dan realmente miedo, aquellas que hacen que nos tapemos un poco más con las sábanas mientras agudizamos el oído en medio de la oscuridad.
Ojalá fuese capaz de captar esa esencia en mi corto. Supongo que habrá que hacer trabajo de campo.
Deseadme suerte.
Soñad despiertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario